Dr. Alain Salomón Sánchez Téllez, Consultor KPI

Hace unos días, por un tema laboral, pensaba lo parecido que son los hábitos y los procesos, en las personas y las empresas. A nivel personal, un hábito es una conducta repetida e involuntaria con la que se obtiene un resultado (puede ser incluso un satisfactor). Un hábito tiene un estímulo disparador o detonador (que puede ser una imagen, una cierta hora, una palabra, un olor, un sonido), una acción o respuesta (lo que llamamos una rutina), y un resultado (sensación de limpieza, reducción de ansiedad, satisfacción mental o corporal).  Por ejemplo, las personas que al levantarse deben ir al baño, o nada más abrir el ojo tienen que encender un cigarro o tomar un café (pues si no, no arrancan). En un inicio, nosotros formamos al hábito mediante la repetición, asociándola con otras conductas o detonadores, pero luego el hábito enraiza y puede llegar a controlarnos (quienes no pueden dejar de fumar, quienes no pueden dejar una droga). Adicciones, les llaman. Hay, entonces, hábitos buenos y

En otros artículos hemos hablado de los sesgos como la tendencia de algunas personas a presentar ciertos patrones de comportamiento por imitación, justificación de sus actos, etc. Vea el artículo " El efecto halo ". El efecto de arrastre (también llamado efecto de la moda o bandwagon ) es precisamente esa conducta por la cual las personas buscan la pertenencia a un grupo de individuos, sentirse parte de una tribu con la que se identifiquen o quieran que les identifiquen y, para ello, son capaces de modificar sus preferencias, para no desentonar y adaptarse a las modas o tendencias. Por tanto, las personas que muestren esta conducta pueden actuar en función del comportamiento de otros, del rebaño, por lo que también se conoce como “efecto de la moda” o gregario. Ejemplos de esto son la vestimenta, el maquillaje, la decoración corporal, consumir ciertas comidas o bebidas, el lenguaje (palabras, entonación, señas), los lugares para compra de productos o servicios. Muchas veces

En este breve artículo, voy a contarle una historia que se relaciona con hábitos y mejora tanto en su persona, su casa, como la empresa y el lugar en que vivimos. A finales de la década de los 60, el investigador Philip Zimbardo hizo un experimento con dos autos idénticos en modelo y color, sólo que se colocaron en zonas muy diferentes, para ver qué efecto tendría en la comunidad un auto abandonado. En una de las zonas (el Bronx) fue rápidamente vandalizado, pero en la otra zona (Palo Alto, California), nada ocurrió. Sin embargo, después de una semana, el auto intacto fue intencionalmente dañado por los investigadores (se rompió una ventana) y el resultado fue, que en pocas horas, el auto fue vandalizado exactamente igual que el del Bronx. Esto condujo a la teoría de las ventanas rotas de James Q. Wilson y George L. Kelling: Un pequeño detalle como un vidrio roto atrae más daños (más vidrios rotos y la ocupación del bien). Esto usted lo puede ver en su casa, en su oficina y en los alre

Existen distintas técnicas para abordar los problemas: desde el punto de vista de la ingeniería, de las finanzas, del uso del cliente, de los requerimientos legales. Y todas son útiles, pero a veces se requieren enfoques holísticos, no sólo desde la perspectiva de un área en particular, y es aquí donde puede ser de utilidad la mecánica que le presento a continuación. SCAMPER es una técnica para generar ideas partiendo de un producto, servicio o proceso, al cual se le harán modificaciones de acuerdo al siguiente anagrama: Sustituir, Combinar, Adaptar, Modificar, Propósito nuevo, Eliminar y Reorganizar. Fue creada por Bob Eberlee en 1971, como un refinamiento a la técnica de lluvia de ideas o Brainstorming, tratándole de dar cierta estructura a las ideas que un grupo podía generar. Esta es una técnica simple que permite generar ideas enfocadas al trabajar en una pregunta relacionada con un producto o servicio; es muy útil para utilizarla con personas de diferentes áreas que no tengan ceg

Prácticamente no hay ningún administrador de proyectos que no haya utilizado esta herramienta, pues permite visualizar la duración de las tareas y clasificarlas utilizando colores, revisar la relación y precedencia entre ellas, y es particularmente útil para crear la narrativa de un proyecto. Sin embargo, el origen del diagrama de Gantt no es exactamente con Henry Gantt, sino con alguien alejado en el tiempo y la geografía. Veamos. El antecedente de esta herramienta fue desarrollado por el economista polaco Karol Adamiecki en la denominada carta de Adamiecki en 1896 como una solución a ciertos problemas de producción; sin embargo, no se publicó en inglés sino en ruso y polaco; esta herramienta causó sensación en los círculos técnicos rusos, pero pasó desapercibida en la mayor parte del mundo occidental. Por su parte, el ingeniero estadounidense Henry Laurence Gantt desarrolló un método similar para visualizar la duración de ciertas actividades, que publicó en artículos entre 1910 y 19