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Mostrando las entradas con la etiqueta maestría

¿Estudiar un MBA sigue siendo buena inversión?

En respuesta a la pregunta que titula este artículo, aunque muchos dirán que sí, la tendencia parece ser la contraria. En el pasado, digamos hace unos 15 o 20 años, tener una maestría era símbolo de distinción, de status. No cualquiera podía pagarse el grado, en primera porque prácticamente eran presenciales y había que dedicarse de tiempo completo (lo que implicaba, tener una amplia fuente de ingresos pasivos) y los tenían casi monopolizados algunas universidades. Sin embargo, al menos en la última década, se ha vuelto una moda y la cantidad de personas que ya cuentan con un posgrado va en aumento, en buena medida porque muchas universidades (grandes y pequeñas) los ofrecen a diestra y siniestra. Ahora, no todas las maestrías son igual de demandadas; la palma se la llevan las  maestrías en administración o negocios, o como se le conoce regularmente, un MBA (y además, se menciona con las literales en inglés ), y son un un tema de status. La inversión en un MBA, hasta hace unos años era

🎯 El poder de la práctica deliberada (y su progreso) 📈

Así como en las finanzas que sólo unas pocas personas entienden y gozan del poder del interés compuesto, debido a que se trata de un esfuerzo que requiere un largo plazo y atención constante, d e la misma manera, pocas personas entienden y ejercitan el poder de la práctica deliberada, de mantener una disciplina durante un largo plazo, y no sólo eso, sino que vaya siendo guiada hasta que, lo que sea que se practique, se convierta en algo natural: los tiros al aro en el baloncesto, el hecho de escribir en un teclado de computadora, la práctica de un instrumento musical, la dicción perfecta ante un micrófono, alguna técnica específica en la repostería, sus habilidades de ventas, el manejo de un vehículo, etc. El principal problema que veo es que, una vez que medio entendemos la mecánica de un movimiento, nos conformamos con ser "funcionales" y rara vez pedimos (y menos frecuentemente, aceptamos) retroalimentación externa; muchas personas consideran caro el contratar a un coach