Hoy en día, muchas personas (consultores, gerentes, líderes de proyecto) hablan de que los objetivos, ya sean personales o laborales, deben establecerse de acuerdo con la metodología SMART, pero nadie a quien yo haya preguntado, sabe de dónde salieron esas siglas, quién fue su inventor. Damos tantas cosas por hecho, como si siempre hubieran estado ahí, que perdemos muchas oportunidades de aprendizaje cotidiano. Yo me puse a averiguar el origen de este término, y siguiendo el hilo de referencias, llegué al artículo original de George T. Doran de noviembre de 1981, donde sugiere, para una mejor redacción y comprensión de los objetivos laborales, el uso de los criterios Specific, Measurable, Assignable, Realistic, Time-related , es decir, se creó el acrónimo SMART. Con el tiempo y el contexto, algunas de estas iniciales han variado (por ejemplo, la A yo la he visto como Attainable , la R en español también la he visto como Retador). Según el autor, no todos los objetivos deberían cumplir
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